Magdalena Mongillo - Fellow 2024
Co Fundadora de Infancia Primero
Historia de Magdalena Mongillo
Magdalena, desde la época universitaria, ha sido una mujer profundamente comprometida con las causas sociales. Su camino empezó como voluntaria universitaria, participando en iniciativas como INFOCAP y TECHO, donde dedicó su tiempo y energía a construir comunidades más justas. Tras estudiar Psicología en la Universidad Católica, su vocación por la infancia se consolidó, enfocando su vida profesional en trabajar con niñas y niños en situación de vulnerabilidad social.
Su pasión la llevó a Venezuela, donde hizo un magíster en psicología clínica comunitaria, y a su regreso, se unió a la red de salud UC, donde en 2009 comenzó a trabajar en el programa “Juguemos con Nuestros Hijos”. Este proyecto, orientado a fortalecer el vínculo entre padres e hijos en los primeros años de vida, se convirtió en el inicio de lo que hoy conocemos como Fundación Infancia Primero.
Junto a dos cofundadores, Magdalena asumió el desafío de transformar este programa en una fundación que pudiera crecer y escalar. Con el apoyo de la Fundación Colunga, desarrollaron un modelo innovador que permitió replicar su trabajo en comunas como Colina, El Bosque y Renca en sus inicios, y más tarde, con el respaldo de un convenio con la subsecretaria de niñez, este les permitió expandirse significativamente en la Región Metropolitana.
A lo largo de su trayectoria, Fundación Infancia Primero ha demostrado un compromiso muy grande con la mejora del desarrollo de la primera infancia. A través de programas como Crecer Jugando y Juguemos con Nuestros Hijos, entregan herramientas a las familias y fortalecen los lazos entre padres e hijos, esenciales para que niñas y niños alcancen su máximo potencial. Este trabajo no solo transforma vidas, sino que también contribuye a disminuir la desigualdad social en el país.
La pandemia supuso un reto enorme, pero Magdalena y su equipo respondieron con creatividad, adaptando sus estrategias a un formato remoto. Esto les permitió continuar creciendo en nuevas regiones y comunas, donde a la fecha han impactado a más de 6.000 personas en 10 regiones del país. Hoy, con una plataforma tecnológica que facilita el seguimiento de sus intervenciones y un modelo de crecimiento a mediano plazo, diseñado para impactar 20 nuevas comunas para el 2025, la fundación sigue marcando un camino hacia un Chile más justo y equitativo.
La historia de Magdalena es una muestra del poder transformador de la dedicación, la empatía y la innovación. Su trabajo no solo cambia vidas, sino que también planta semillas de esperanza para construir un futuro mejor para todas y todos.
Redactado por Matías Garrido.