Ignacio Jaque - Fellow 2023
Co Fundador de Relier
Emprendimiento que se dedica a la creación de Biomaterial multipropósito orientado, inicialmente, al mercado de arándanos. El desarrollo de envase tipo Clamshell compostable y biodegradable, manufacturado a partir de desechos agrícolas y bioplásticos. Con la aplicación de herramientas de IA y biotecnología, apunta a reducir pérdidas asociadas.
Historia de Ignacio Jaque
Nacido y criado en la ciudad de Linares, y por temas de estudios tuve la posibilidad de irme a Santiago a iniciar esta nueva etapa de formación, ahora como universitario. Mi historia hacia el emprendimiento comienza luego de mis primeros trabajos formales que empezaron a mediados de los 16 años de edad, lo que por un lado me abrió la mente hacia querer perseguir mi libertad económica y expectativas de vida, y por otro, la intención de entregar mayor valor hacia el mundo, idealmente, a partir una idea que permitiese generar más y mejores empleos, donde la condición era iniciar por aplicarla en mi ciudad.
La transición de “asalariado”, que hasta luego de salir de Linares la vivía a través de distintos trabajos part-time, hacia digamos a algo con tintes más de emprendedor, se dió al ha- cer este ejercicio simple de buscar produc- tos en tendencia, comprarlos en plataformas como AliBaba-Aliexpress, para luego reven- derlos en plataformas como MercadoLibre y Yapo.cl. Esto me trajo buenos resultados en el momento, permitiéndome tener cierto nivel de ingresos mensuales para vivir mi proceso como universitario, pero siempre hubo algo que me decía que podía hacer algo con más sentido.
Hasta que llegó el año 2019, y finales de este me tocó vivir situaciones muy complejas a nivel familiar y económico, lo cual hizo que todo cambiará en 180°. Y acá pasó algo interesante, que tiene que ver con el dicho que “mostramos nuestra verdadera fortaleza en los momentos más oscuros o difíciles”. Al poco tiempo de este golpe, empecé a hacer sentir muy claro dos cosas: 1) que “no había venido a ser víctima a la vida” y 2) que hasta ese punto tenía las capacidades suficientes para hacer algo más grande, pese a lo difícil de las circunstancias.
No pasó mucho más, y me animé a un día conversar primero con uno de los 2 socios con los que trabajo actualmente (Sebastián Molina), quien se encontraba trabajando para una empresa, pero con el que siempre te- níamos conversaciones tipo “nosotros podemos cambiar las cosas, generar impacto positivo en el mundo, y mejorar situaciones que muy pocos quieren hacerle frente”. Su- mamos a nuestra tercera integrante, su hermana, Constanza Molina, y nos prometimos avanzar en cosas concretas en las siguien- tes semanas, entre eso fijamos una sesión de brainstorming, en donde discutiríamos a conciencia las ideas (pros y contras), para luego elegir las mejores tres ideas, y si quedábamos conformes, avanzábamos a lo siguiente que creíamos clave para “comprometernos”: Formalizar la empresa, independiente que no hubiesen ventas.
Pero acá había algo CLAVE para elegir la idea: Primero, que debían conectar la agricultura y la comercialización de frutas (porque Linares posee varias empresas destacadas a nivel nacional) que caracterizaba a nuestra ciudad, segundo, atacar un problema atingente y poco combatido a nivel nacional y mundial, y por último, aplicar nuevas tecnologías, porque tanto yo como el resto, sabía que ahí estaría el gran atractivo para crecer en el tiempo.
De ahí en más, Relier empezó a tomar forma, a través de este biomaterial multipropósito generado desde y para la industria agrícola, con la idea de reemplazar los actuales en- vases de Clamshell plásticos por uno con mayor valor agregado (entre esto, con un impacto positivo para el planeta), pero que ciertamente creemos que la tecnología que estamos desarrollando, es la que permitirá extrapolar nuestra propuesta a muchos otros mercados competitivos.
Sin duda, todo está avanzando con más aciertos que tropiezos, ya que habían cosas claves que hasta ese momento no entendía pero que se transformaron en digamos mi “superpoder” y también del equipo, que es el trabajar en un ambiente de tanto respeto, amor y compromiso, los tres crecimos juntos y siempre supimos el potencial que tenía cada uno.
Ser uno de los ganadores de este concurso, a través de lo que se ha construido con Relier, viene a reafirmar lo que anteriormente dije: Es el impacto social y al resto de nuestro entorno lo que, combinado de buenas intenciones, consciencia, pasión y visión clara, marcará la diferencia entre un emprendedor promedio y uno destacado. Por lo que no me queda más que agradecer al Programa Premio Impacto Social por notar esto a través de mí, como uno de los articuladores de un equipo más grande.
Redactado por Carlos Lagos.